sábado, agosto 26, 2006

(Canción de Bonanza) Mateo y Nacho, los valientes

Y acá estamos, en vivo para todo el mundo!

Fuimos al campo... esta vez de gauchos

Aquí estamos, con mamá y el tío Nico A CABALLO!!!!! Mateo consulta con su madre desde el caballo de Nico, pero ella está más preocupada por salir bien en aunque sea UNA foto desde que se quedó embarazada. Nacho... medita.
Acá estamos más lindos, mejor luz, más colores... y nos sobra un tío molesto: Juami. Quiso figurar... a él se lo olvidaban en todos lados de chiquito y se está vengando.

Y como si su venganza no alcanzara, en esta foto decidió "actuar" y figurar en poses poco apropiadas para un blog en horario de protección al menor. Esta foto se va a mandar a la tintorería, así se lava bien.
Mateo: "¿Y yo? El tío Nico muy pancho, pero a mí no me dieron garantías de que este medio de transporte sea el adecuado. Sí, es cierto, tengo puestas mis bombachas de gaucho, pero no creo que nuestro caballo salvaje se haya creído que soy un gaucho más... help... help... "Tío Tom acompaña la salida de los briosos corceles hacia el infinito y más allá... jeje... me parece que no hay frase que convenza a nadie de que estos caballos son briosos... o corceles... pero, bue, algo había que decir. En la próxima entrega: nuestros videos, para que vean qué bien manejamos a las bestias.

domingo, agosto 13, 2006

¡Los videos caseros no oficiales de los tanitos!

¡Aquí están! Como toda estrella que se precie, estos son los videos que los tanitos no querían difundir... esos que los muestran sin pudor, al desnudo y en ridículo... también a los padres, pero eso es tema de otro blog. ¡Disfruten!

Acá está Nacho, claramente negando acusaciones de los medios. Parece que los vieron a los dos comiendo helado. Su manager dijo que se trataba de ¡calumnias!


Y Mateo intenta comerse la evidencia, Nacho no hace comentarios. Prefiere no estar asociado a ciertas personas de dudosa apariencia... -el padre-

Y este es el video que muestra sin pudor un día en la intimidad de los tanitos. Nacho insiste en negar acusaciones, mientras Mateo se refugia en su madre, la única que entiende junto con él los objetivos básicos en esta vida: comer evidencia incriminatoria y comer helado...